domingo, 5 de junio de 2011

“El caimán" que no se va para Barranquilla


Hay quienes dicen que los caimanes son una especie en vía de extinción, pero “el caimán” Sánchez o Efraín, para quienes no logran identificarlo por su nombre sino por su apodo, no es uno de ellos. A sus 84 años y, tal vez sin los mismos reflejos que antes lo convirtieron en el enemigo número uno de los atacantes en Colombia, esta gloria del fútbol visitó la casa del Deportivo Independiente Medellín para recibir de parte de la institución un homenaje y sentido reconocimiento a su historia, la misma que va de la mano de la vida escarlata y que lo reseña como el arquero campeón del rojo en 1955 y 1957.
Para la ciencia hay tres especies de caimanes. La primera es el caimán de anteojos, algo que Sánchez no requirió en sus años como arquero pues sus reflejos y reacción fueron reconocidos no sólo en el ámbito local, sino el internacional. La segunda es el caimán de Paraguay, pero para este hombre nacido en Barranquilla el 27 de febrero de 1927, tampoco aplica. La otra es el caimán colorado o enano, condición que no es atribuible a alguien que, como él, mide 1.85 metros.
Llegó elegante, en medio de abrazos y flashes que lo hicieron aún más inmortal. Hinchas que buscaban tener contacto con el hombre capaz de perpetuarse en la historia, algo que no pasó desapercibido para este carismático hombre “el orgullo y la emoción son para mí, es un honor que me reciban en la casa del Medellín” dijo a uno de sus seguidores.
Pese a la edad y el cansancio que deja un viaje, tuvo tiempo y sonrisas para todos los que quisieron posar a su lado.
Caimán octogenario
Los caimanes comunes suelen vivir entre 20 y 40 años. Algunos con suerte llegan hasta los 70. Pero “el caimán” del Medellín no cree en esas cosas que dictan la ciencia y su lógica, la misma que muchas veces irrespetó alcanzando balones a los que la gravedad y las leyes de la física se oponían para callar miles de gritos de gol.
A sus 84 años Efraín Sánchez Casimiro está lúcido, recuerda con privilegiado detalle los nombres de aquel Medellín campeón en el 55 y 57. Repasa con minucioso cuidado cada uno de los integrantes de aquellas juntas directivas. Evoca sus técnicos y le alcanza para bromear “a esta edad ya no llegó a donde llegaba antes, pero con los sueños puedo volar más lejos” fue una de las frases cargadas de alto contenido que soltó esta mañana.
Como muchos hinchas del DIM “el caimán” tuvo que esperar 45 años para ver de nuevo una vuelta olímpica. Pero también como muchos amantes de El Poderoso, la vivió como única. “Es que lo que se vive con el Medellín es único, es indescriptible porque lo llevas adentro, en la sangre. Con el Medellín cada momento es irrepetible” mencionó.
Tras dedicarle tiempo a la prensa que lo acompañó y a quienes lo idolatran, “el caimán” tuvo tiempo para sentarse y conversar con los integrantes de la familia roja, recibir una camiseta del equipo de sus amores y un uniforme de arquero. Recuerdos que se llevará para su domicilio en Bogotá. Pero aunque este fin de semana Efraín Sánchez o “el caimán” se vaya de la ciudad, lo único cierto es que jamás abandonará el recuerdo del hincha poderoso. Este caimán se queda en el sentimiento escarlata. Este caimán, no se va para Barranquilla.

Por: Rodrigo Valencia
SACADO DE DIM.COM.CO

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